jueves, 4 de diciembre de 2014

¡Marineros del Mar Sin Estrellas! Parte 1.

Opaí. Listo, primera aventura de nuestra campaña de "Clásicos del Mazmorreo" (DCC RPG) finiquitada, en concreto "¡Sailors of the Starless Sea!". Con una mortalidad del 60%. Y siendo el juez más objetivo que he sido nunca, quitándome por fin... el complejo de máster mamá. 

Sólo puedo corroborar todo lo escrito en mi anterior entrada sobre este juegaso. En esta segunda sesión, la partida fue fluida, divertida y evocadora sobre todas las cosas. No entraré en el sistema, ni en reglas o tecnicismos, paso mil.

Descripción gráfica de lo que moló la partida.

Os hablaré de las emociones que despertó el juego en novatos y veteranos. Y es que hubo carcajadas a mansalva, miedo y asco, momentos de tristeza, manos a la cabeza por desesperación, high-fives de victoria y lo mejor: Sonrisas y un brillo en los ojos más propios de un niño el día de reyes, que de adultos. Aprovecho para agradecer la participación a Vikki, Manuel, Héctor, Santi y Dani, que el mal no se derrota sólo.


Pasaré a relataros una breve crónica de lo sucedido en la aventura. ¡SPOILER ALERT! ¡HEIL HITLER!
La Fortaleza en Ruinas

Angou es una aldea recóndita y olvidada, caída en desgracia, pues nadie ríe ya en el lugar. El pueblo, una vez afanado en labores para el duque y en la vida sencilla, es ahora un sitio silencioso y gris... y sus pocos habitantes se encierran en sus casas cada noche. Como Ferrol, pero sin grúas.

Pues en la vieja fortaleza que corona la cercana colina (aquella que protagoniza las historias para asustar a los niños) ha despertado un antiguo mal. Algo que hace décadas no fue derrotado del todo y no es Alianza Popular, se arrastra desde sus muros para llevarse a las humildes gentes de Angou a un lugar del que jamás vuelven. Cuenta la leyenda que se trata de dos hermanos malditos por el Caos, que hicieron del baluarte su mausoleo, los hermanos Molan y Felan.

LOL los hermanos molan... y felan... ¡Felan! 

Aquel día los habitantes de Angou decidieron que, cuando les habían quitado todo, la única salida era morir o recuperarlo, recuperar algo al menos. O mangar cosas en la fortaleza, no sé.

Allá que fueron, quince paletos valientes de los que se quedan en su pueblo a arreglar las cosas cuando todos emigran (cosa más desagradecida, por otra parte, me han contado eh). Con sus escasas pertenencias, rudimentarias armas, gallina y perro, fueron a encontrarse con su destino final. En serio, me encanta este juego.

Quince, entre los que destacaban gente como Tarsi la abuelita boticaria, Argor el avispado escriba, el tonelero kung fu, Nimet el sepulturero de fuerza sobrehumana, Ulloa "no fallo una flecha, es imposible, no fallo nunca, dado que tiro... mazmorra de luto" la cazadora, Tarascus el Magnífico; escudero autoproclamado héroe, Oryx su mendigo/asesor personal (elegido a dedo) y Vallensus honorable timador.

La abotargada silueta del baluarte no tardó en dibujarse ante tan pintoresca turba enfurecida, surgiendo de la niebla. Un raído estandarte con un cráneo rojo se alzaba sobre los muros plagados de musgo. El hedor a humedad y descomposición pegándose al paladar y las picaduras de moscas como puños daban la impresión de que el lugar estaba pudriéndose desde dentro.

Cráneos. Humedad. Descomposición.

Cruzaron miradas de circunstancia, hicieron últimas preguntas, y al lío. Lo primero que les dio la bienvenida fueron los cadáveres de dos vecinos del pueblo atados a sendos postes ¡Los hijos del herrero, muertos! Y cubiertos de extrañas raíces, entrando y saliendo de sus cuerpos por orificios insospechados.

El líder de la expedición, Gonlex: bravo mercenario con una clara minusvalía cósmica, se acercó a inspeccionar la escena cuán extra haciendo de policía local, para descubrir que eran en realidad... ¡horrores planta!

Los tumefactos y amoratados cadáveres de la prole del herrero (tumefacto y amoratado también, en paradero desconocido) comenzaron a andar de forma renqueante, surtidos de apéndices vegetales brotando de las cuencas de sus ojos y sus bocas con intenciones nada correctas, en una orgía de purulentos fluidos. ¡Sexy sexy!


Manos al cinto, tiradas de iniciativa. ¡El brazo de Gonlex es apresado por una pérfida y correosa raíz, pero Gonlex consigue morir de forma espectacular por una pedrada del mendigo Oryx, que intentaba salvarlo! Si ya sabéis como se pone...

Niños, dad siempre limosna, no sabéis cuando tendréis que aliaros con los mendigos locales para expulsar el mal de vuestras tierras.

"¡Lo remato para que no se convierta en horror planta!" bramó Tarascus, veterano de mil batallas: frase de rolero con solera. Pero "Le tiro un tonel" es una de esas frases que sólo un tipo de jugador puede decir: Un jugador nuevo, que, curioso, necesita saber donde están los límites en esto del rol. Manuel, no están. El tonel arrojadizo manda al monstruo-planta de vuelta al abismo, y su colega pronto le sigue tras una ración de pala del sepulturero, que algo sabe de jardinería.

Los jugadores deciden entonces que ya basta de morir como idiotas y proceden a entrar en el patio de armas por la puerta principal, como los fuckers. El chapotear de sus pies es lo único que rompe el silencio sepulcral. Eso y unos ruidos guturales, arriba en los muros de la fortaleza, justo al pasar debajo del rastrillo. Momento en que un granjero decide gritar "¡HAY RUIDO DE ANIMALES ARRIBA!". 

¿Realmente funciona gritar instrucciones complejas o mensajes tan confusos? ¿No es mejor explicarse con calma? ¿O gritar cosas más simples? ¿Qué civilización y/o cultura considera una buena idea infiltrarse en una fortaleza hostil pegando voces? Incógnitas irresolutas, sobre todo para el quesero local que murió aplastado por el rastrillo, en una suerte de acordeón humano con ruidito de huesos machacándose, eyección de humores, y estertores ahogados. ¡Muere como un quesero!

La majestuosa escena fue adornada con un cuerno de guerra propiedad de los autores de los "ruidos de animales", un cuerno bramando por todo el lugar que sonaba bastante a alarma o a victoria por la derrota final del quesero.

El mendigo pudo ver como un par de deformes humanoides, con extraños rasgos bestiales, corrían a la torre del este (Tarascus no los pudo ver porque abandonó al mendigo a su suerte y huyó la niebla era densa y espesa). Otros supervivientes se dedicaron a saquear al maltrecho  quesero, que se quejó: "¡GGGRGRHGHH! ¡YUGRHHPRZTZRP!" Menos mal que fue rematado por el bravo Tarascus, para que no se convirtiera en rastrillo. 

Tras esta mierda, los jugadores, crecidos ya en el odio a los humanoides deformes; se concentran en explorar el patio de armas. Donde no parece haber gran cosa, aparte de un edifico que semeja una capilla y la dichosa torre. Encuentran un extraño pozo sobre el cuál, alguien había oído terribles habladurías... ¡Habladurías a las que no hacerles ni puto caso! :D Uno de los héroes se asoma al pozo para contemplar que hay en el fondo. ¡P´acerme el chulo!

Si no es por Nambalot, honesto leñador, va derechito al abismo. Extrañados por el misterioso pozo, nuestros amigos deciden lo más sabio, ético y lógico... Bajar a la gallina en un cubo, a ver qué pasa. Science.


Tras incorporarme, pues la idea me cogió con el ano distendido, sucedió que la gallina fue digerida por la mucosa espacio-temporal del Caos que habita en lo profundo de la fortaleza y el alma del ave se deshizo para siempre en la celosía del cosmos. Me dije a mí mismo que este espantoso evento debía tratarse de una especie de fiesta del pueblo, como tirar a la cabra del campanario o matar toros con espadas. Concluyo en que:
  1. Estamos ante la gallina peor aprovechada en la ficción.
  2. La mucosa del Caos necesita Omeprazol.
  3. PETA y "Cl´Cl´Clwoo", dios demonio de las aves de corral inexpresivas, están enfurecidos con los jugadores que respaldaron esta idea.
La suerte hace que, con la coña del pozo, el timador encuentre una losa en el suelo con una ominosa inscripción en runas acerca de la muerte... y al carallo, me rompen la losa y las runas. No les doy enseñao. Los jugadores encuentran allí varios tesoros, premio de sus afilados instintos y creativas mentes. Un bote de una extraña sustancia narcótica, una espada enjoyada, una capa de leopardo... Sospecho que es aquí donde los Mötley Crüe enterraban todo lo que saquean después de una gira. Makes sense to me.

Chicos y chicas se dividen, un pequeño grupo se dirige al norte, donde gran parte del muro y la torre se hallan derrumbados, tragados por un abismo fosforescente, del que brota energía mágica en bruto. El palpitante fondo emite una antinatural niebla que dificulta la vista. Rostros torturados por el dolor y formas retorcidas aparecen en la niebla, sólo para deshacerse de nuevo.

Algo de esto les dice a los jugadores que es mala idea acercarse a la extraña sima, y dan la vuelta, sin llegar a la conclusión de que es menester que el perro (u otro ser vivo indefenso y sin opinión) descienda atado por algún apéndice por el bien de la ciencia. Bien, bien.

El ruinoso edificio de la capilla, la única estructura en pie, parece haber sido pasto del fuego. Al acercarse se encuentran con unas puertas reforzadas en bronce con repujado de demonios rollo "Ghiberti meets metal". Una pintada roja de ¡ARREPENTÍOS! y ninguna pintada de penes, para decepción de algunos; adornan dicha puerta. Al entrar, descubren algo inquietante: Un grupo de esqueletos destrozados están por el suelo, algunos aplastados por vigas chamuscadas. La sensación es de que el incendio ha sido ayer, cuando el ataque a la fortaleza fue hace décadas... Chungo. Incluso el olor a quemado se hace patente y se puede ver alguna que otra brasa crepitar. Cágate Pedrín.


La capilla es presidida por una fuente con forma de rana/sapo/cosa, de brillantes ojos, y cuya boca gotea un negro icor en un extraño cuenco. El primer instinto de los héroes es preguntarme si los ojos de la estatua son joyas y correr a extirpárselos. Gente que sabe lo que quiere, sí señor.

El poderoso sepulturero recauda su parte a base de palazos contra el mobiliario del Caos... pero la negra sustancia acumulada en el cuenco se alza amorfa y silente, y ataca al desprevenido empleado de pompas fúnebres ¡Horror! El leñador y la boticaria luchan sin cuartel con el extraño limo, Tarascus se ocupa de atacar desde detrás de su mendigo con poco éxito pero infinita gloria. Al final, Nimet golpea con su pala el cuenco y manda al icor derechito a una pila de brasas. Sustancia líquida negra, aplicar fuego. Lógica aplastante.

Los Angutenses restantes poco menos que huyen de la capilla, y van directos a la torre donde se refugiaron los extraños hombres-bestia. Allí hacen una entrada a lo SWAT, reventando la puerta y sin intención de pagar nada. Amigos y vecinos atacan al grito de ¡Por Angou! ¡Vais comer potitos! Atacan, para descubrir un grupo de unos siete monstruosos humanoides merendando vecinos. Uno de ellos, su líder, es un corpulento ser de cabeza de toro que les grita improperios desde una escalera. Les grita: ¡Zotes! ¡Mugrosos! ¡Tetas! Bueno, horrible. De las paredes y colgados de cadenas, varios habitantes de Angou claman por ayuda. Toda la oscura torre está repleta de restos de humanos y pieles de animales sangrientas.

Tarascus decide utilizar a su mendigo como cobertura parcial. Ulloa atraviesa el cráneo de un monstruo con sus flechas. El granjero de los gritos es ensartado por una lanza. Ulloa acierta en el pecho del hombre-toro, haciéndole hincar la rodilla. Tarascus falla miserablemente pero conserva el positivismo. La juglar acaba con su cuerpo en un sitio y la cabeza en otro. Un hombre bestia cae por las escaleras y el timador aprovecha para apuñalarle. El sepulturero amputa el brazo de un ser perruno con su polifacética pala. La boticaria ataca al bruto con cabeza de toro por la espalda y lo destruye. El pastor cae abatido por un hombre con rostro de reptil, su perro se cobra la venganza. El tonelero carga y se apoya sobre su barril para proyectarse en una patada voladora. El leñador ejerce su oficio sobre la cara de un enemigo. Y así sucesivamente.

"Eh tú... ¿Qué envasáis en esos toneles? -Tu cara de mierda."

La tormenta de fotones indiscriminada a los hombres bestia se salda con tres de nuestros amigos criando malvas. Sin embargo, estos consiguen rescatar a la carnicera, a un campesino y al entusiasta contrabandista, que les informó que cada noche uno de ellos es arrastrado a las profundidades de la fortaleza, para no regresar jamás...

Los sufridos personajes se dedicaron un momento a lamerse las heridas y organizarse para bajar a las profundidades. Y empieza a surgir la magia, nena: historias y chismes entre los personajes... la reservada pero mortal Ulloa, el tonelero de la muerte, el heroico sepulturero, el suertudo timador, Argor de las buenas ideas, la boticaria matabestias,  y...en muchos sitios hay un Tarascus.

En la próxima parte, os relataré como acabó la aventura de esta buena gente, conclusiones sobre como voy a afrontar la campaña y alguna cosilla más. Un beso, corazones. A tomar por culer.
  

17 comentarios:

  1. ¿Una mortalidad del 60%? ¿Sólo? ¿Qué hiciste mal?

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    1. El 60% en la mitad del modulo no esta mal. Yo lo dirigi hasta ahi en unas jornadas y de 24 murieron 10 si no recuerdo mal (uno en el pozo, otro por las plantas y el resto con los hombres bestias)

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    2. De 18 brávidos paisanos (15 mas los 3 que rescataron) murieron 10. La verdad es que todos esperábamos más masacre y humillación, había una pasión masoquista sobre la mesa que no era normal xD

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  2. Partidaza!!! Si este no es le mejor modulo jamas escrito que baje Crom y lo diga!!!

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    1. Desde luego es un módulo fácil de dirigir y divertido a más no poder... de estos que recuerdas años después. Por cierto que si moló tanto también fue porque puse temas seleccionados de Erdenstern de banda sonora y bueno, una maravilla. A los jugadores les encantó ¡Muchas gracias!

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  3. Sí, más o menos así fue nuestra partida en las LES. Mi recaudador de impuestos (que no podía permitir que desapareciera gente en la fortaleza... ¡y no pagaran sus impuestos!) me recuerda mucho en actitud y estrategias a Tarascus.

    Eso sí, nosotros encontramos rápido el camino hacia las profundidades, así que me temo que en la torre siguen los pobres aldeanos siendo devorados. Mala suerte.

    Gran crónica, por cierto. Muy divertida.

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    1. Me reí muchísimo con tu recaudador, de hecho fue el ejemplo que les puse a los chicos para que viesen que el rol entre sus propios personajes era posible. Vuestra crónica de las LES fue la que me hizo querer dirigir este módulo como introducción a la campaña.

      Fue la primera vez en muchos años de rol que los jugadores me dieron las gracias y un apretón de manos por haberlo pasado tan bien.

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  4. Genial, lo que me podido reír con el tonelero XD

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    1. Gracias por pasarte! Es que el Tonel Fu es poderoso. Voy a hacer un sistema de reglas de combate con toneles, para que lo podáis usar en vuestras partidas. <3

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  5. JAJAJA Ve preparando partidas que voy para ahí el día 27 de diciembre y quiero jugar un mínimo de 15 sesiones de juegos diversos.

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    1. Opaí rapaz! Tú ven, que de las mazmorras me encargo yo. Eres la "Guest Star" de mis partidas de rol, apareces sólo en un par de capítulos por temporada porque se nos va el presupuesto con tu sueldo xDDD

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  6. Que cronica tan buena! Lo que me he reido con lo del rastrillo y lo de la gallina. No tardes en poner la siguiente parte, porfavor, que me has dejado con la intriga!

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  7. Le voy a decir al medio nena del Stroh que en la próxima edición de "Sailors..." incluya este actual play para que los masters novatos sepan cómo dirigirla. :D

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    1. Jajaja, vamos a darle caña a Stroh para que se frustre y haga módulos más bizarros todavía. ¡Graciñas por pasarte Jose!

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